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¿y si no entendemos lo mismo?

A menudo creemos que lo que decimos se interpreta igual en todas partes.

Pero no siempre es así…

↳ Hablar el mismo idioma ≠ entender lo mismo.

El otro día leí un artículo de The Culture Factor Group  sobre cómo la comunicación se enreda cuando tratamos con personas de otros países.

Y eso influye —mucho más de lo que imaginamos— en cómo escuchamos y conectamos con nuestros clientes en ventas B2B internacionales.

Cada persona mira el mundo a través de sus propias “gafas” culturales.

↳ No se trata solo de lo que vemos, sino de cómo lo interpretamos… y de cómo nos hace sentir.

Pero a veces vamos en piloto automático y asumimos que todos entendemos lo mismo… hasta que algo se pierde por el camino.

Y ahí nos damos cuenta de que no siempre damos el mismo significado a lo que nuestro cliente dice —o no dice—.

Me refiero a cosas sencillas que pasan en cualquier reunión👇

 

Infografía titulada: Six Reasons Why Intercultural Communication Fails, creada por The Culture Factor Group. Muestra seis motivos por los que la comunicación intercultural puede fallar: Uno. El silencio se interpreta de forma diferente. Dos. Sí no siempre significa acuerdo. Tres. La retroalimentación directa puede resultar ofensiva.

Fuente: 2025 | The Culture Factor Group

El silencio que para ti es incomodidad o falta de interés 

→ para tu cliente puede ser respeto o tiempo para pensar.

Lo que llamas claridad en una respuesta 

→ puede sonar brusco o poco respetuoso para tu cliente.

El “sí” que entiendes como “estoy de acuerdo” 

→ para tu cliente puede ser “te escucho”.

O cuando tú eres más de ir al grano

→ pero tu cliente prefiere crear confianza antes.

 

Por eso creo que merece la pena entrenar otra mirada:

 

— Reconoce la influencia de la cultura, pero no te quedes ahí.

— Empieza por ti: entiende cómo eres y cómo comunicas.

— Pon el foco en la persona que tienes delante.

— Adáptate a la situación y a la relación (no solo a la cultura)

Conocer las costumbres y estilos de un país —siempre— ayuda.

Pero no define a la persona👇

Puedes estar negociando con un cliente de Japón que estudió en EE UU, trabajó en Europa y no encaja con el “perfil típico” japonés.

O tener dos clientes del mismo país, con estilos totalmente distintos.

No va de saber todos los matices culturales del mundo, sino de entrenar tu capacidad de observar, leer las señales y ajustar tu forma de comunicarte.

Porque en el B2B somos PERSONAS haciendo negocios con PERSONAS… con diferentes formas de comunicarnos, actuar y tomar decisiones 💙


Inspirado en The Culture Factor Group – “6 reasons why intercultural communication fails” → que me hizo pensar en cómo estas situaciones se viven también en ventas B2B internacionales.

🔗Artículo completo aquí

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